En un estudio realizado hace no demasiado tiempo, los científicos eliminaron células sanguíneas a una docena de pacientes con esta enfermedad; para ello usaron técnicas para borrar una proteína que permite que el virus se acople a las células. Los médicos inyectaron las células de la sangre a pacientes y después les quitaron la administración de su tratamiento antiviral durante un mes.
El virus volvió a todos a excepción de un paciente, aunque los médicos encontraron gracias a un profundo estudio histológico que las células sanguíneas tratadas, al menos aparentemente, estaban protegidas de los virus, algo que a pesar de ser un bajo porcentaje ha resultado un avance bastante esperanzador aunque habría que repetir las pruebas en más ocasiones para asegurarse de este resultado. Mientras tanto, un grupo de médicos durante una conferencia sobre el Sida en Boston, llegaron a anunciar la existencia de un segundo niño nacido en Los Ángeles con VIH, pero que actualmente no muestra ninguna señal del virus gracias a agresivos tratamientos que han sido llevados a cabo al poco tiempo de haber nacido el año pasado.
El primero de los casos reportados con estas características ocurrió en la zona sur de Estados Unidos, donde una bebé infectada por el virus, fue sometida a un tratamiento con medicinas antivirales durante aproximadamente unas 30 horas tras su nacimiento. Los médicos han seguido tratando a la pequeña hasta que tuvo 18 meses, cuando la madre dejó de llevar a la pequeña a sus citas médicas.
Posteriormente, cuando la madre reanudó el tratamiento con su hija tras varios meses, los médicos no encontraron señal de VIH en las células de su sangre. Ahora la pequeña tiene tres días y no padece la infección.
Actualmente un grupo formado por diferentes científicos en California están a punto de lanzar un estudio realizado con fondos del gobierno norteamericano, que determinará si usar un tratamiento agresivo temprano a los bebés infectados con VIH, les permitirá abandonar el tratamiento médico si las pruebas analíticas prueban que están libres de virus durante un largo periodo de tiempo. Son buenas noticias pero aún hay que hacer mucho trabajo para erradicar la enfermedad en personas con cierta edad.