ELISA (Enzyme-linked Immunosobent Assay) es el producto más innovador en cuanto a bioquímica analítica para la detección y cuantificación de cantidades muy pequeñas de analitos en solución, mediante un anticuerpo conjugado a una encima. Los kit ELISA se usan como una de las más potentes herramientas de control de calidad en diferentes sectores.
Están especialmente diseñados en el diagnóstico de enfermedades humanas y animales, detección de drogas o toxinas así como detección de patógenos en humanos, animales y plantas o incluso para la determinación de los niveles de anticuerpos, citoquinas u hormonas entre otros.
ELISA también se usa para la industria alimentaria, en la precisa detección de posibles alérgenos de alimentos como cacahuetes, nueves, almendras, lácteos y huevos. También tiene usos en la toxicología como pantalla preliminar con mucha rapidez para algunas clases de medicamentos.
Los científicos usan diferentes clases de ELISA, kits que cuentan con una característica en común; todos ellos se basan en la interacción antígeno-anticuerpo, que se analiza mediante el marcaje con una enzima, la cual es la encargada de catalizar una reacción en la que un sustrato se transforma, generando un producto coloreado que puede detectarse con un espectrofotómetro.
Hay cuatro tipos de ensayo ELISA: directo, indirecto, competitivo y sándwich. De estos, el directo y sándwich se usa tanto para la detección como cuantificación de antígenos y los ensayos ELISA indirectos son usados frecuentemente para la detección y cuantificación de otros anticuerpos.
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